lunes, 16 de julio de 2012

Beber antes de tener sed



Generalmente no consideramos al agua como un nutriente, sin embargo es tan importante para nuestra salud como las proteínas ó las vitaminas. De hecho, podríamos vivir meses sin alimento, pero sólo sobreviviríamos unos pocos días sin agua.

Cada persona está compuesta por aproximadamente de 70 por ciento de agua, llegando este porcentaje a un 85 y 95 por ciento en el caso de los bebés. El papel que ésta desempeña es imprescindible en el desarrollo de cada una de nuestras células, generando que nuestro cuerpo no funcione bien si no está bien hidratado.

Con nuestra actividad diaria nuestras células consumen agua, y en verano, la regulación térmica hacia el calor nos hace sudar más y en consecuencia perder más agua. Una pérdida debe ser repuesta mediante la ingesta de alimentos (todos ellos nos aportan en mayor o menor medida agua) mediante caldos y zumos, y mediante el aporte de agua.


En el caso de los bebés y de los ancianos, el mecanismo de la sed no funciona correctamente por ello se recomienda hidratarles cada 2 horas.

En el caso de los bebés, que todavía no han aprendido a beber de vaso por sí mismos, se les debe ayudar con accesorios especiales. En concreto a los bebes amamantados con leche materna no es necesario ofrecer agua ya que la leche materna está compuesta en un 88% de agua.

Tenemos que ingerir agua para evitar la deshidratación, ya que de llegar a este punto podríamos padecer graves secuelas e incluso morir. Aunque, si la deshidratación se detecta y se trata a tiempo, el desenlace suele ser bueno y sin secuelas.


Los signos que evidencian una deshidratación son:

  • Boca pegajosa o reseca 
  • Letargo o coma (deshidratación severa)
  • Ausencia o disminución del gasto urinario (se micciona menos y la orina aparece de color amarillo oscuro)
  • Ausencia de lágrimas
  • Ojos hundidos y resecos
  • Fontanelas (punto blando en la parte superior de la cabeza de los bebes) hundido 
De presentar cualquiera de estos signos se debe acudir al médico o pediatra.

Tenemos que beber sin esperar a tener sed. Se recomienda tomar de 6 a 8 vasos al día para los adultos y de 4 a 6 vasos al día en niños.

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